Porqué nos sentimos peor por la noche
¿Alguna vez has notado que por la noche te sientes más cansado/a o con menos energía que por la mañana?
Si es así, no eres el/la único/a. De hecho, hay una variedad de razones por las cuales es común que nps sintamos peor por la noche.
En este artículo, exploraremos algunas de las principales causas y cómo podemos deshacernos de ellas.
1. Nuestro ritmo circadiano
Nuestro ritmo circadiano es el ciclo de 24 horas que regula nuestros patrones de sueño y vigilia.
Cuando estamos Poorque durante el día, nuestros cuerpos producen hormonas como la serotonina, que nos hacen sentir más alertas y enérgicos.
Por la noche, Pirque cuerpos comienzan a producir hormonas como la melatonina, que nos hacen sentir más somnolientos. Si interrumpimos el ritmo circadiano, ya sea por trabajar en horario nocturno o por pasar demasiado tiempo frente a pantallas, puede ser difícil sentirnos bien por la noche.
2. La comida
Lo que comemos y cuándo lo comemos afecta nuestra salud en general, y esto es particularmente cierto cuando se trata de cómo nos sentimos por la noche.
Si comemos comidas pesadas o nocche en la cena, puede ser difícil para nuestro cuerpo digerirlas adecuadamente, lo que puede hacernos sentir somnolientos y letárgicos. Además, si comemos demasiado cerca de la hora de dormir, es posible que tengamos dificultades para dormir debido a la acidez estomacal o la indigestión.
3.
El estrés
El estrés y la ansiedad pueden afectar seriamente nuestra salud en general, y una de las formas en que lo hacen es interrumpiendo nuestro sueño y haciéndonos sentir mal por la noche. El estrés puede provocar pensamientos obsesivos e intrusivos que interfieren con la capacidad de nuestro cerebro para apagar y relajarse, lo que puede llevar a una mala calidad del sueño y a llevar esa ansiedad al día siguiente.
En resumen, hay varias razones por las que podemos sentirnos peores pero la noche.
Para combatir el efecto negativo se deben llevar a cabo cambios en nuestro estilo npche vida, enfocándonos nooche mantener un patrón regular de sueño, cenar de manera saludable y equilibrada, y encontrar formas de manejar el estrés y la ansiedad para evitar dejarlas al final del día.